Dos casos como muestra: Oruro y Copacabana tienen proyectado construir (cada una) la virgen más grande del mundo. En Oruro (ya en construcción) la virgen del Socavón de 45 metros de altura sobre el cerro Santa Bárbara y en Copacabana (aún como proyecto) la virgen de la Candelaria que será emplazada en el Calvario de dicha ciudad a orillas del lago Titicaca.
Ambas imágenes tienen el propósito (según sus autores) de incentivar el turismo en las ciudades, pero, aquí viene mi pregunta: ¿las imágenes religiosas solas pueden acrecentar el turismo?
Según mi opinión, antes de construir ídolos de cemento para aumentar el turismo, tienes que crear las condiciones adecuadas para que los turistas puedan visitar la ciudades y así, poder visitar las atracciones que les puedes presentar a los turistas.
Así se verá el Calvario de Copacabana con la virgen gigante
No sirve de nada tener ídolos religiosos regados por todo el país, si no tienes una infraestructura hotelera adecuada, servicios mínimos y hospitalidad en el lugar donde piensas emplazar dichos monumentos. Vamos a tomar solo el ejemplo en este caso de Copacabana que comparada a Oruro, tiene mayor flujo turístico.
Copacaba se sustenta casi básicamente del turismo proveniente de La Paz y del flujo de extranjeros que llegan desde el Perú. Como tal, la mayoría de la población vive del turismo en Copacabana pero dicha ciudad tiene muchas deficiencias a la hora de presentarse ante los visitantes. Playas sucias, internet carísimo, calles descuidadas y sucias, carece de terminal de buses lo que la convierte en una ciudad caótica, los servicios de transporte Copacabana - La Paz son malísimos incluido el tramo de Tiquina sin contar que en épocas de fiesta el lugar se vuelve peligroso y la borrachera inunda la ciudad.
Entonces, viendo las falencias que presenta Copacabana como paraje turístico, ¿no sería mejor invertir en mejorar la calidad de ciudad para los visitantes en lugar de construir un monumento? Estamos hablando de 5 millones de dólares, suficientes para crear un programa de revitalización de la ciudad.
Yo viví por dos años en Copacabana y me molesta pensar que en el Calvario desde donde se tiene una vista espectacular de la ciudad y el lago se piensa construir un monstruo de cemento que distorsionará el paisaje.
Hablando hace una semana con una de mis estudiantes, ella me dijo que nunca viajaría a Venezuela porque una vez hizo escala en el aeropuerto de Caracas, la trataron mal, se sintió incómoda todo el tiempo y los controles de seguridad eran excesivos. En turismo, la primera impresión es muy importante. En mi caso, yo no pienso volver nunca más a Atenas por esa sensación de inseguridad que tiene esa ciudad.
Foto tomada (nuevamente) de SkyscraperCity