diciembre 08, 2010

Galletitas Titán


Existía una época en la que hablar por teléfono resultaba muy barato. Es aquella época en la que los celulares eran privilegio de muy pocos y ese privilegio te pesaba unos cinco kilos. Recuerdo que existía una tarifa plana no importaba cuantas horas te pegues al teléfono, entonces era común hablar con tus amigos por tres horas sin ningún problema.

Algo que también era común para esas épocas del teléfono de casa, eran las bromas por teléfono. Lógicamente en casa, con mis primos desarrollamos toda una gama de bromas por teléfono, desde las más burdas hasta las más elaboradas, siendo mi primo Mauro, o mi prima Claudia, mis compañeros de delito.

Las bromas, generalmente se basaban en burlarse del interlocutor y escuchar su reacción, generalmente insultos. Hoy no voy a hablar de tooodas las bromas, solo de unas simples y de la broma de las galletas Titán.

Entre las bromas más sencillas, estaban las llamadas a personas aleatorias preguntando por el señor Avaroa, si nos contestaban que el número marcado estaba equivocado, decíamos que nos habíamos equivocado de siglo. Muy tonto.

También las llamadas al señor Calvo, nos preguntaban de parte de quién y respondíamos, "de su último pelo" Bromas, como pueden ver, muy infantiles.

Una de las bromas preparadas favoritas (cuando éramos chicos) era el de las famosas galletitas Titán. La broma era muy sencilla; había que llamar a un número previamente anotado y mencionar al interlocutor/a que llamábamos desde las oficinas de galletitas Titán y que ella había sido sorteada para el concurso y que el premio consistía en un paquete de 5 kilos de las galletitas Titán. Lo único que esta persona tenía que hacer era, colgar el teléfono, esperar nuevamente nuestra llamada y contestar con la frase "Galletitas Titán". Nosotros del otro lado respondíamos "las que por el culo se te van y comenzábamos a reir.

nos pasábamos tardes enteras jugando de esta forma y burlándonos de personas desprevenidas. Tal vez la que más recuerdo es aquella que le hicimos a un primo mío (ni en pedo digo su nombre). Ese día no sabíamos a quién llamar y decidí que sea a mi primo (que p[ara ese entonces era lejano) así no podría reconocernos. Buscamos el nombre de mi tío en la guía telefónica y llamamos a su casa:

-Hola?
-Buenas tarde señor- tendría 10 años mi primo -Le llamamos desde las oficinas de Titán, una nueva marca de galletas y usted ha sido seleccionado para nuestro concurso diario en el que podrá ganar un paquete promocional de cinco kilos de nuestras galletas- le doramos la perdiz al primo.
-Que bien!!!- respondió del otro lado de la línea.
-Lo único que tiene que hacer señor es colgar ahora y esperar a nuestro llamado, cuando eso suceda, usted deberá contestar el teléfono con la frase "galletitas Titán", si lo hace correctamente, se hará acreedor del premio- éramos unos expertos ya para esa época.
-Muy bien!!!- respondió entusiasmado.
Colgamos y nos morimos de risa un par de minutos. nos controlamos un poco e hicimos la llamada. no sonó ni una vez y mi primo contesto:
-Deliciosas galletitas Titán!!!- con entusiasmo y creatividad el muchacho como podrán ver.
-Las que por el culo se te van!!!- y comenzaron las carcajadas.

Lo más irónico de todo fue que pese a que nos reíamos, mi primo trataba de preguntar dónde tenía que recoger su premio. Creo que al final lo insultamos al pobre y colgamos.

Posteriormente haremos otro tipo de bromas a esa misma casa.

Y ustedes (o vosotros) alguna vez jugaron con el teléfono?

Tengo pensado hacer tres posts respecto a las bromas telefónicas, así que Star Wars se quedará pequeña al lado de esta nueva trilogía (?)

5 comentarios:

Vania B. dijo...

Mi hermana y yo hacíamos la misma broma, pero era ella la capísima para lanzar la promoción de galletitas Titán. La peor vez fue una que nos contestó un viejito y cuando volvimos a llamar fue tal su emoción al contestar que mi hermana no tuv el valor de decirle "hasta por el c*lo te las dan" y le dijo "muy bien señor denos su dirección que en unas horas se las llevamos" (qué trucha).

Era super divertido. Lo más chistoso era que a parte de hacernos la burla de los "Calvo" y los "Crespo" también llamábamos a los "Patón":
L: Familia Patón?
Víctima: Sí, con quién quiere hablar?
L: Podría comunicarme con Pie Grande por favor?
y luego ataque de risa.

Y qué tiene de chistoso eso? que mi hermana se casó con un chango de apellido Patón. No le he preguntado si alguien ha llamado a su casa para hacer alguna bromita de ese estilo.

Saludos Luchín!!!!

Pepe Fuentes dijo...

eres un malvadin, pero si yo igual jugaba un par de bromas, nunca hice lo de las galletas titan, mi hermano mayor si, la que mas recuerdo era buscar en la guia telefonica nombres raros para llamar y cargarles la paciencia, al que lo martirice por años fue a don “Alfredo Raya Revuelta”, solía llamarlo y la conversación era más o menos así:

Buenos días se encuentra Alfredo?
Sí el habla, quien es?
Una pregunta, usted nació con la raya revuelta o se le fue revolviendo mientras creció?

o cosas así, cosas de niños, muy buen post camarada :)

Tincho Sánchez dijo...

Genial, me hiciste recordar mis tardes de época escolar solitaria en claustro, pues además no tenia un compinche de travesuras telefónicas. Entonces me las resolvía molestando a parientes, amigos de mis papás o con la guía telefónica:

1. Llamaba a nombre de COBEE (empresa de luz) para que revise si su medidor esta corriendo; luego cuando volvía de comprobar que sí, le decía que lo agarre para que no se escape.

2. Llamaba de la Renta Interna (hoy Impuestos Nacionales, es más a veces sigo molestando a algunas amistades) para indicar que tiene que pasar por las oficinas por que tiene un proceso de fiscalización, el interlocutor se ponía nervioso exigía explicaciones y yo me explayaba en mi capacidad de inventivo pinocho.

3. Llamaba preguntando por otra persona que no vivía ahí, y volvía a hacerlo varias veces hasta que se enojaba, gritaba, insultaba y yo matándome de risa.

Gracias che, por invocar a los recuerdos y darme cuenta que el Alzheimer todavía no me pesca.

Unknown dijo...

Vania: en el colegio tenía una compańera de curso que apellidaba Patón, pobre, su apodo era "payasa" porque tenía los zapatos grandes jajajaja Saludos querida.

Pepes: Jaajaja Raya Revuelta, esta bueno ese, yo ya siendo mas "maduro" tenia bromas mas preparadas. Salud!

Tinchez: Tambien era bueno llamar diciendo que eras de SAMAPA y preguntar si tenian agua, volvian diciendo que si y les gritabamos que se vayan a bańar. Es bueno recordar la nińez de vez en cuando. Saludetes

Anónimo dijo...

Qué divertido! Mi hermana y yo también hacíamos bromas por teléfono, recuerdo la del Sr. Calvo y en otra onda, la de llamar a nuestros "churros", jajajajaja. Una vez yo comencé a llamar a todos los apellidos que empezaban por Na..., quería dar con la casa del chico que me gustaba, increíble, pero el primer número que llamé, era el suyo... horror!!! Tuve que colgar, como si el auricular tuviese ojos, jajaja.
Saludos,
Ana Rosa
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