Foto con historia

El 2003 es la primera vez que piso tierras europeas, específicamente Alemania y luego Holanda. No es que haya creído que alguna vez tendría esa oportunidad, de hecho con mi amigo pensábamos que posiblemente nunca más volveríamos a viajar a Europa.

Nuestro recorrido por Alemania fue espectacular pero lo que más nos llamaba la atención, por historia, por renombre, por todo era conocer Berlín. Berlín al nivel alemán es una ciudad muy pobre y sucia; es desorganizada, bulliciosa, grafiteada y hasta maloliente. Es tal vez por todas esas cosas que a mucha gente le gusta Berlín.

Yo poco conocía sobre Berlín, solo lo elemental, el muro, la puerta de Brandenburgo, el parlamento y nada más. Típico conocimiento de chico de tercer mundo.

En mi viaje a Berlín nos tocó dormir en un campamento en el bosque cerca al Olimpiastadion y las visitas a la ciudad las hacíamos en las tardes-noches. Solo resta decir, para acortar la historia, que nos perdimos una noche-madrugada por las calles de Berlín y nos tocó caminar por 4 horas para llegar a casa.

En fin, por el tiempo, pudimos visitar la Puerta de Brandenburgo en una tarde-noche de octubre. Todavía éramos gente que viajaba con cámaras no-digitales, así que sacabas la foto y al revelar te aparecían sorpresas o no te aparecía nada. Recuerdo que no visitamos el Muro de Berlín (el muro de Berlín loco!) porque estaban haciendo refacciones y no llegamos al Parlamento porque ya era muy tarde.

Saqué muchísimas fotos de Brandenburgo recuerdo, de todos los ángulos posibles, pero cuando revelé las fotos, todas eran manchas negras indescifrables. Una pena.

Hace unos días, encontré esta foto rondando por el Facebook de mi amigo y me remontaron a esa tarde de un día de octubre de 2003. El que está en el suelo soy yo, sacándole una foto a mi amigo. Esta foto, es de entender, que la tomó alguno de mis amigos que pensó que la toma era genial. Y es genial.