El Cristo más grande del mundo

En 1931 la ciudad de Río de Janeiro le mostraba al mundo la magnitud de su devoción católica al inaugurar el Cristo Redentor en el Corcovado, para entonces y por más de 60 años, el Cristo más grande del mundo. El monumento, todo un ícono de la ciudad carioca fue declarado como nueva maravilla del mundo en 2007 y es una de las tantas atracciones imprescindibles a la hora de visitar la próxima sede de los Juegos Olímpicos de 2016. La estatua mide 30 metros con 8 metros de pedestal.

Ahí, al ladito nomás, en Bolivia, con la llegada del Papa Juan Pablo II en 1988, en Cochabamba, se da inicio a un proyecto faraónico. Los cochabambinos o cochalas como quiera usted llamarle señora, revisaron datos y de acuerdo a su idiosincrasia (?) decidieron construir el Cristo más grande del mundo. El lugar elegido para crear este proyecto fue el cerro de la Concordia desde el cual, la imagen "protege a la ciudad cochabambina". Luego de 6 años, en 1994, se inauguraba la estatua dándole a la ciudad un nuevo símbolo turístico y de devoción. La estatua mide 34.4 metros y tiene un pedestal de 6.2 metros.

Actualmente el Cristo boliviano tiene el récord Guinness como el más grande, pero ese récord está a punto de ser batido.

En la pequeña localidad de Swiebodzin de 21 mil almas, se erige el que dentro de un mes se convertirá en el monumento cristiano más grande. Si bien es un acto de fe, también reconocen los constructores, permitirá a la localidad generar turismo regular, más aún si nos ponemos a pensar que dicho pueblo está cercano a la frontera alemana. La estatua que en noviembre será inaugurada, medirá 33 metros más una corona de dos metros y un pedestal de 16 metros lo que la convertirá en la más alta de su género.

Tengo que acotar algunas cosas al respecto de este artículo. He pasado unas cuantas veces por Swiebodzin y no creía que fuera tan alta. Se ve imponente aunque el hecho de que esté ubicada en el campo no le da mucha magnificencia.

Ahora los cochabambinos van a tener que ponerle una antena u orejas de (burro) conejo al Cristo de la Concordia para no permitir que se les quite el récord.

De todos modos el Cristo del Corcovado seguirá siendo el más emblemático de los tres.