por: Kinga Siudak*
Conoci a Lena durante un tour por México hace dos años. Como vimos que para ambas fue el viaje de nuestras vidas y nos caimos bien, decidimos planear otro viaje juntas: un viaje a Cuba.
Entonces nos pusimos a ahorrar dinero trabajando duro. Este año por fin logramos ahorrar lo suficiente para hacer el viaje pero como dice la ley de Murphy, si algo malo puede pasar, pasará. Sucedió algo sencillo y terrible: no había suficiente número de gente que quisiera ir a Cuba en mayo (la única fecha que nos venía bien a ambas), y la agencia finalmente no lo organizó. Decidimos ir con otra agencia. Resultó, que había suficiente número de gente que quisiera participar, así que pagamos por el viaje y estabamos muy felices.
Pero Murphy apareció de nuevo con su ley que mencioné antes.Todo estaba organizado, incluso los billetes de tren a Varsovia, cuando de repente nos cayó como un rayo la noticia que, debido al polvo volcánico, todos los vuelos han sido cancelados...
Nos pusimos muy tristes pero tuvimos que aceptarlo. Pero incluso en los momentos tristes, a veces ocurre algo bueno. Esto fue así en el caso de Lena: un día después del cancelamiento de nuestro viaje, el hombre que hubiera sido nuestro guía en Cuba, llamó a todos los participantes para pedir perdón por el lío que pasó. Cuando llamó a Lena, los dos se pusieron a hablar sobre los viajes en general y otras cosas. Hablaron mucho tiempo, y como resultó que el vivía cerca de Cracovia, decidieron quedar para tomar algo. Ahora son pareja. Lo divertido de esta situacion es que el guía se llama Kuba. Entonces, aunque Lena no fue a Cuba, Kuba vino a ella. Por suerte la ley de Murphy no siempre actúa...
*Kinga se está preparando para dar el examen DELE (Diploma de Español como Lengua Extranjera) y éste es un pequeño incentivo para que estudie con más ganas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario