Cada vez que me preguntan por qué me fui a Polonia a
vivir me imagino miles de respuestas alternativas. Es que claro, a quién se le
ocurre irse a vivir a Polonia… Hoy voy a contarles la razón por la que tuve que
viajar a ese país báltico.
En mayo de 2009, se acercaba la fecha de mi cumpleaños y
con mi amigo el Beto decidimos irnos para festejar una de las varias previas a
ese magno evento. Caminábamos por una de las calles desérticas de Calacoto
cuando de pronto vimos a dos junkies, una pareja, tirada en el suelo
disfrutando su vuelo primera clase auspiciado por algún químico alegre. El Beto
me dice que siempre los ve en esa calle y que la mayoría del tiempo están en
trance.
Nos fuimos a la fiesta, tomamos, fumamos, nos divertimos
y a la hora de volver a casa teníamos que pasar por la misma calle desértica.
El alcohol y y el humo nos habían dejado eufóricos, así que, cuando pasamos por
el lugar en el que anteriormente estaban los junkies pero esta vez sólo vimos
que el muchacho estaba tirado en el suelo. La chica había desaparecido.
De pronto veo que mi amigo, el tímido Beto, comienza a
empujar al tipo con el pie para que éste reaccione. Al no ver ninguna reacción,
comienza a incrementar la fuerza en el pie. Yo, con tragos encima, imito lo que
él hace… No sé cuánto tiempo estuvimos así, de pronto se me aclaró la película
y entendí todo, Era una noche oscura pero se podía apreciar claramente la
mancha de sagre que brotaba de la cabeza del junkie. Ya no se distinguía nada
de su cara hinchada y molida por las patadas que había recibido.
Fue cuando vi pasar toda mi vida por delante y pensar en
el futuro inmediato. Ví los momentos felices, a la gente que quería y las cosas
que nunca más iba a vivir en La Paz. Pensaba en una fuga estilo Papillón o de
película de guerra hollywoodense. No sé por qué pensé en la película The
Pianist de Polanski y se me vino la idea… tengo que huir a Polonia. Tengo que
comenzar de cero, en un lugar en el que no muela a patadas a un junkie
inconsciente.
Dejamos al junkie, no sé si vivo o muerto, al día
siguiente sufrí como penitente la resaca y dos días después comenzaba mis
papeles para la visa. Tres semanas más tarde, las peores de mi vida, llegaba a
tierras polacas.
¿Y si hubiese sido por eso?
2 comentarios:
Es interesante ver en retrosprectiva y llegar al momento en que nacen algunos sueños o ideas, especialmente los que realizamos. El problema de cumplir esos sueños es que después nacen nuevos sueños, y uno se empieza a volver ambicioso.
De eso se trata la vida, de soñar y que los sueños muten
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